Thomas Alva Edison, nacido en Ohio el 11 de febrero de 1847, fue uno de los inventores más conocidos de todos los tiempos. Pasó algunos de sus primeros años en la educación formal, pero recibió la mayor parte de su educación en casa. Thomas instaló un laboratorio en el sótano de la casa de su familia en Michigan y pasó la mayor parte de su tiempo experimentando. La madre de Edison, Nancy, sabía que a su hijo le gustaba la química y la electrónica, por lo que le dio libros para leer sobre los temas. Un libro explicaba cómo realizar experimentos de química en casa; Thomas hizo cada uno en el libro.
La innovación revolucionaria en la iluminación escénica se debió a la luz eléctrica. Ya en 1849 se había realizado un efecto luminoso con luz eléctrica: se trataba de una situación de amanecer producida por una lámpara de arco dentro de un reflector parabólico durante la representación de “El Profeta”, de Meyerbeer, en la Ópera de París. No obstante, este recurso fue utilizado sólo como un golpe de efecto ya que la iluminación eléctrica en los teatros llegaría 30 años después. No obstante, también en 1849, su utilizó la luz de arco con un resultado exitoso en “Electra, or the lost pleiade”, en el teatro Her Majesty’s de Londres. El sistema de producción de luz eléctrica de arco voltaico (16) fue rápidamente perfeccionado. En 1877 aparece un catálogo de las diversas luminarias para “la producción fenómenos físicos en el teatro” realizado por el entonces jefe de iluminación de la Ópera de París, J. Duboscq.
La lámpara de arco tenía algunos inconvenientes. En primer lugar, el elevado calor producido por el arco; pero, lo más desventajoso era su corta vida útil, ya que las barras de carbón se desgastan y por ello es necesario ajustar a intervalos la distancia que las separa. La solución fue la lámpara de filamento incandescente, inventada por Thomas Alva Edison en 1879, aunque, casi contemporáneamente, el inglés Josef Wilson Swan trabajaba en el mismo proyecto. En su inicio el filamento fue de carbono, por lo que tenía poca duración; recién en 1907 el filamento pudo ser construido con tungsteno que otorgaba una vida útil más prolongada a la lámpara. Por otra parte, en 1910 aparecen las primeras lámparas de descarga de alta presión.
La aparición de lámparas eléctricas hizo posible la incorporación de elementos ópticos (espejos y lentes) en la construcción de luminarias, dado que la teoría óptica se conocía ya desde hacía tiempo, especialmente, desde Fresnel. Esto se debió al mayor rendimiento de esta nueva fuente de luz y a la estabilidad definitiva del foco luminoso. Así, en 1883 el teatro Alla Scala, de Milán, inaugura un sistema de iluminación totalmente eléctrico, ejemplo que será seguido por el resto de los teatros de ópera de Europa durante la década de 1880. Surge a partir de entonces una gran variedad de luminarias que manipulan la luz eléctrica de diferentes maneras con el fin de obtener variantes de difusión, color, intensidad y ángulo de apertura.
El escenógrafo suizo Adolphe Appia (1862-1928) fue quien tal vez primero tuvo consciencia del carácter plástico de la luz en el escenario, lo cual queda manifiesto en su obra sobre la puesta en escena del drama wagneriano de 1895. En este sentido, el objetivo de Appia era solucionar el problema de la contradicción visual que se producía al articular un elemento escenográfico pintado de dos dimensiones y un actor considerado como elemento tridimensional. La solución, para Appia, estaba en la iluminación que otorga el mismo carácter a todo aquello que está sobre el escenario. Pero, para ello, todos los elementos deben ser tridimensionales; así, su propuesta derivará en la escenografía de tres dimensiones, o escenografía corpórea, la cual puede dejar ya de ser pintada debido a que será modulada mediante la luz. Esto se relaciona también con la distinción que hace el teórico George Izenour entre “stage illumination” y “stage lighting”, caracterizando la primera como el aspecto estático y, por lo tanto, sólo técnico de la luz, y al segundo como el carácter dinámico y, por ello, narrativo y expresivo de la luz. Quien tal vez haya llegado al extremo para la época fue Wieland Wagner que desarrolló una puesta en escena en Bayreuth totalmente en base a proyecciones en 1965.
Un biógrafo de Edison señaló una vez: "Su madre había logrado lo que todos los maestros realmente buenos hacen por sus alumnos, lo llevó a la etapa de aprender cosas por sí mismo, aprendiendo lo que más le divertía e interesaba, y lo alentó a que fuera. en ese camino. Fue lo mejor que pudo haber hecho por este chico singular ".
En 1859, el ferrocarril Grand Trunk se extendió a Port Huron, Michigan. Thomas consiguió un trabajo como vendedor de periódicos para el viaje de un día a Detroit y de regreso. Como hubo una escala de cinco horas en Detroit, Edison solicitó permiso para trasladar su laboratorio al vagón de equipaje del tren para poder continuar sus experimentos allí. Esto funcionó por un tiempo, hasta que el tren se tambaleó hacia adelante y derramó algunos químicos, incendiando el laboratorio. Mientras trabajaba para el ferrocarril, Thomas salvó la vida del hijo de un funcionario de la estación que había caído en las vías de un tren que se aproximaba. Como una forma de agradecerle por salvar la vida de su hijo, el padre le enseñó a Thomas cómo usar el telégrafo.